lunes, mayo 15, 2006

Ideas
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lunes, mayo 01, 2006

Para mí, la literatura es contar historias. Todos necesitamos, al final del día, tener una historia para contar. El hombre que llega de noche a su casa no lleva sólo pan y queso. Lleva tambien una historia para narrrar a los suyos. Es lo que yo llamo la historia poética de los cotidiano. (Entrevista a Nelida Piñon en la revista Ñ - 29.04.06)

domingo, abril 23, 2006

La perspectiva de las vacaciones puede convencer al más alicaído de que merece la pena vivir la vida. Pocos acontecimientos, aparte del amor, se aguardan con tanta impaciencia o se convierten en el tema central de ensueños complejos y enriquecedores como las vacaciones. Quizá nos ofrecen la mejor oportunidad para alcanzar la felicidad, lejos de las limitaciones del trabajo, de nuestra lucha por la vida y por alcanzar una posición. ...
Pero naturalmente, la realidad del viaje rara vez se corresponde con los sueños. Las decepciones tragicómicas son conocidas por todos: la sensación de desorientación, la desesperación de media tarde, las discusiones, el letargo ante la decepción. ...
Una de ellas parte del hecho desconcertante de que cuando vemos fotos de lugares a los que queremos ir (e imaginamos lo felices que seriamos simplemente por estar allí) somos propensos a olvidar una cosa esencial: que tendremos que llevarnos a nosotros mismos. ... estaremos allí con nosotros mismos, aun aprisionados en nuestros cuerpos y nuestras mentes, con todos los problemas que esto supone. ...
... ciertos filósofos de la Antigüedad afirmaron, desde un barril o una choza de barro, que los ingredientes principales de la felicidad no podían ser materiales o estéticos, sino que siempre eran tercamente psicológicos.
... Su gran revelación fue que tenemos muchas mas posibilidades de estar contentos si aceptamos que es muy improbable que podamos ser completamente felices alguna vez.... “Solo hay un error innato”, escribió Shopenhauer, “y es la noción de que existimos para ser felices. Mientras instamos en este error innato, el mundo nos parece lleno de contradicciones, porque a cada paso, con las cosas grandes y las pequeñas, estamos abocados a experimentar que ni el mundo ni la vida están organizados con la finalidad de llevar una existencia feliz. (Días de ocio de Alain de Botton, en La Nación Suplemento Cultura del domingo 29/12/2002)

Siempre el ser humano vivió preocupado. O sea, sin saber como ocuparse de los problemas que suelen acosarlo. Resulta lógico, en tanto el hombre es una de las minoritarias especies que nace antes de estar preparada para sobrevivir por cuenta propia y es la única cuyos progenitores no vienen “programados” para saber bien como cuidar a sus “pichones” para que sobrevivan. Cuando tienen suerte, aprenden hacerlo bajo la guía de la madre, la suegra o el pediatra. A partir de ahí, mucho será lo imprevisible. (Sergio Rodríguez, en clarín 31/03/2002)

Hace cuarenta años que voy y vengo hablando de Nietzsche. Pero si bien hay un cansancio, sigo siendo un apasionado de la idea de que él es determinante en tanto teórico del nihilismo como hecho positivo. Esa frase suya según la cual no hay hechos, solo interpretaciones, es para mí el punto culminante de la hermenéutica. (reportaje a filosofo italiano Gianni Vattimo en Clarín Cultura y Nación del 28/09/2002) (hermenéutico, ca: Arte y técnica de interpretar textos para la fijación de su sentido)

Los síntomas cambian conforme a los cambios del mundo. El síntoma de la cultura actual es la a-socialidad, lo que corta el lazo social. Los chicos pasan horas frente a la computadora; escuchan música en el walkman que no permite cantar con otros ni tampoco conversar. Y no es raro que a la hora de la cena cada quien vea su programa favorito en su propio televisor. Toda la tecnología va en el sentido de la soledad, y hay una satisfacción ligada a eso. Por eso no es raro ver cómo también los síntomas tienen que ver con esta cultura. La anorexia es lo opuesto a la convivencialidad; la bulimia es tener su satisfacción irreprimible en la soledad; y el alcoholismo, una manera de evadirse de una soledad insoportable. …Decir "soy bulímico", "soy adicto", "soy anoréxica" ¿no es acaso una forma de tener una identidad en este mundo donde es tan difícil ser alguien?...
…Hoy se busca la supuesta felicidad por el camino de la soledad. Cada uno piensa que sin el peso de la mujer, del marido, de los hijos, del vecino, sería feliz. Que es culpa del otro ser infeliz. El psicoanálisis nos enseña que cuando alguien culpa siempre al otro, se impide conocer por qué él no puede evitar la infelicidad que el otro le provoca. (JUDITH MILLER, LA HIJA DE LACAN – Clarín 21/09/2003)

El erotismo es un impulso universal; el amor, en cambio, es un hecho cultural, histórico, inventado en las Cortes de Provenza del siglo trece y fomentado después por la literatura y el arte. (Juan Jose Sebrelli en El tiempo de una vida)

…mostrar cómo aquella generación era combativa, cómo supo redefinir su propio presente, enfrentando una América tan conservadora como la de hoy.
…La generación beat expresó la insatisfacción hacia una América puritana, selló la victoria de la experimentación sobre el orden. Todos los valores de la posguerra, la religión, la monogamia, la apología al consumo, fueron cuestionados. Dean, uno de los dos personajes principales del libro de Kerouac, no compra nada. Roba, usa, abandona en la calle. Era una época en que la distancia entre intelectuales, marginales y trabajadores era más corta de lo que lo es hoy. Otro punto interesante es que alrededor del mundo se difundió la idea de que experimentar es algo peligroso, es mejor vivir las experiencias de los otros a través del "reality TV". On the Road colisiona con eso. El libro habla sobre todo aquello que hoy es considerado "inseguro". Tener sexo, experimentar drogas, explorar territorios desconocidos. (Walter Salles, Clarín 03/09/2005)